Carla Cerliani, fiscal de Rosario (Santa Fe), propone cambiar el enfoque de investigación del siglo XIX en cuanto al rol de lxs fiscales ante el delito de agresiones físicas. Explica que no siempre las agresiones sexuales se dan mediando violencia que provoque lesiones visibles y directas, ya que muchas veces por las formas de resistencia de las víctimas, como la disociación, congelamiento o no resistir para evitar lesiones más graves hace que sea necesario probar la falta de consentimiento.

En este marco, propone que las investigaciones se realicen desde una perspectiva de género, que se investigue el contexto de violencia a través de testigos; ex parejas, personas que hayan presenciado algún acto de violencia anterior o posterior. Además, llama a oponerse a las investigaciones sobre la vida sexual previa de las víctimas.

Para esto lleva a cabo un análisis en el que expone la posición de Carrara como contrapunto, quien considera como requisito exclusivo del delito contra la integridad física a la violencia y no a la falta del consentimiento. Cerliani critica contundentemente los prejuicios y estereotipos que llevan los postulados de esta teoría poniendo a la víctima de violencia de género como centro del deber y no al imputado.

La exposición se desarrolló durante el Encuentro “Feminismo y Política Criminal Panel, una agenda feminista para la justicia penal”, organizado por Inecip. Panel: “Actualizaciones de discusiones y debates en torno al consentimiento en los casos de violencias sexuales”.