Alfredo Pérez Galimberti, vicepresidente de Inecip, escribe sobre las cárceles en el marco de la emergencia sanitaria, aunque nos engañe un poco con el título.
Alfredo reflexiona: “La política carcelaria, como parte de la política criminal, concebida como la organización de la violencia estatal como última razón de la Política de Gestión de la Conflictividad, es una política de poca y mala prensa.
No se ganan elecciones con programas de política carcelaria. Al contrario, se han ganado con promesas de llenar cárceles y lamentablemente esas promesas se han cumplido”.
Artículo originalmente publicado en Pensamiento Penal.