Institucional

En recuerdo de Adrián Marcenac

24 Dic 2024

Quienes integramos la Red Argentina para el Desarme despedimos hoy a nuestro querido amigo y compañero Adrián Marcenac, incansable luchador por el desarme y por una sociedad libre de violencias.

El 6 de julio de 2006, Alfredo Marcenac, hijo de Adrián y Mónica, fue asesinado en la Avenida Cabildo de la Ciudad de Buenos Aires por una persona que, utilizando un arma de fuego autorizada por el Estado, disparó abiertamente en la vía pública. Adri supo convertir ese inconmensurable dolor en un reclamo de justicia que luego se tradujo en lucha colectiva. Desde la Red Argentina para el Desarme y desde la Asociación Alfredo Marcenac, Adri, siempre junto a Mónica, impulsó políticas públicas y acciones comunitarias destinadas a prevenir la violencia con armas de fuego y a construir una cultura de la paz que evitara muertes injustificables como la de Alfredo. En estos 18 años, Adrián, Mónica, familia y amigos impulsaron leyes y programas como el Plan de Desarme y la creación de la Agencia Nacional de Materiales Controlados en reemplazo del viejo RENAR, entre otros destacables logros.

El infatigable esfuerzo de Adrián no fue en vano. Deja una Argentina con una política de control de armas de fuego y desarme antes inexistente, y una sociedad mucho más consciente de los riesgos que implica la proliferación de armas de fuego.

Pero, sobre todas estas cosas, Adri deja un legado de construcción desinteresada y colectiva de una sociedad más pacífica y justa. Legado que, desde la Red Argentina para el Desarme, nos encargaremos de mantener vivo. Porque Adri era y seguirá siendo el corazón de la red. Aportaba la palabra precisa, compensaba con risas los disgustos, redoblaba las ganas ante las frustraciones, tenía vocación de transformar y creía y confiaba inquebrantablemente que podemos -y merecemos- una sociedad mejor. Adri era todo eso, pero además era nuestro amigo. Se va un papá enorme que supo transformar su tragedia en horizonte. Nos deja el sueño de una sociedad sin violencias. En ese camino estaremos todos nosotros y esperamos siempre ser muchos más.

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