Juicio por jurados

I Seminario Internacional sobre Juicio por Jurado

Los días 8 y 10 de abril se llevó a cabo el 1º Seminario Internacional sobre Juicio por Jurados en Uruguay. El evento fue co-organizado por el Proyecto I-D “Juicio por Jurado” y la Universidad de la República del Uruguay y contó con el apoyo de el Instituto de Estudios Comparados en Ciencias Penales (INECIP), la Fundación de Cultura Universitaria, la Embajada de los Estados Unidos en Uruguay, y la Asociación Argentina de Juicio por Jurados. 

12 Abr 2024

Las exposiciones estuvieron a cargo de Valerie P. Hans, PhD y profesora de la Universidad de Cornell (Estados Unidos), y Andrés Harfuch, director del programa de juicio por jurados del INECIP. La presentación fue realizada por los profesores Diego Camaño y Leticia Gabernet (U. de la República).

En su presentación titulada “¿Por qué los jurados hacen la diferencia?”, Valerie Hans explicó las ventajas que tiene la implementación del juicio por jurados en un sistema de justicia penal, a partir de los resultados de las investigaciones empíricas llevadas a cabo en forma conjunta por el INECIP y la Universidad de Cornell. Estos estudios implicaron la realización de más de 1500 encuestas, entrevistas y focus groups en siete provincias de Argentina en donde ya se implementa el jurado. En particular, Hans se enfocó en Neuquén y Chaco.

En sus conclusiones, Hans destacó que

“El jurado logra incorporar valores comunitarios en la determinación de los hechos y puede ser una protección contra la parcialidad y la automatización de los jueces. Hace que los procedimientos sean más públicos y transparentes y que las decisiones tengan más posibilidades de ser percibidas como legítimas. Además, para la ciudadanía, servir como jurados tiene un efecto democratizador y es una forma de educación cívica”

A través de las investigaciones realizadas por INECIP y la Universidad de Cornell en Argentina, se evidenció que los jueces argentinos “cambiaron su mirada sobre el sistema” al darse cuenta de que los jurados comprenden los hechos y la ley. Por otro lado, en un país donde la sociedad tiene una imagen negativa del Poder Judicial, las personas que formaron parte de un jurado modificaron su percepción del sistema a una más favorable. Sin embargo, Hans destacó que el sistema de jurados no solo es necesario para resolver crisis de legitimidad como la Argentina, sino que en otros países también se implementó por las otras ventajas que ofrece el sistema.

Los expositores también destacaron que la participación de la comunidad como jurado hace que el procedimiento entero sea más transparente y obliga a los abogados y a los fiscales a utilizar un lenguaje claro. Según Hans, “No solamente abre el proceso para quien tienen que decidir como jurados, sino para el público general”.

En la segunda jornada, Andrés Harfuch participó de un conversatorio en se fueron analizando, uno por uno, los temores y preocupaciones que suele generar el juicio por jurados en países en donde aún no hay participación ciudadana en la administración de justicia. Uno de los puntos centrales de la conversación fue el antecedente del caso “La Ternera”, en Uruguay. En ese sentido, Harfuch destacó:

“Era un sistema de jurados totalmente distinto al modelo clásico que se aplica en Argentina, en Estados Unidos y en los países con mayor tradición juradista del mundo. Era un jurado escabinado, en donde jurados y jueces deliberaban conjuntamente, en el marco de una dictadura, con una lista de potenciales jurados muy reducida y un juicio de bajísima calidad, muy apegado a la cultura del expediente. El modelo clásico es totalmente opuesto: un juez dirigiendo el debate, un jurado de 12 ciudadanos sorteados, en nuestro país, del padrón electoral, y luego depurados a través de una audiencia de ‘voir dire’ o de selección del jurado, instrucciones legales del juez al jurado, y un veredicto unánime, que es irrecurrible en caso de no culpabilidad”.

Harfuch destacó que ese modelo fue aceptado como convencionalmente válido por los dos tribunales de derechos humanos más importantes del mundo: el Tribunal Europeo y la Corte Interamericana de Derechos Humanos. Lo propio hizo la Corte Suprema de Justicia de la Nación argentina. Por eso, Harfuch destacó:

“La jurisprudencia internacional no hace más que reforzar lo que países como Argentina y Uruguay tienen desde hace años en su constitución: el modelo constitucional de juzgamiento en materia criminal es el juicio por jurados”. 

En sus conclusiones, el profesor Diego Camaño señaló:

“El juicio por jurado aumenta la participación democrática porque acerca a la ciudadanía a la administración de justicia y mejora el desempeño de los litigantes que no pueden refugiarse en tecnicismos jurídicos”. 

Los expertos/a hicieron hincapié en la relevancia de la investigación empírica debido a que “derriba mucho los mitos” en torno al juicio por jurado; entre ellos, “somos pocos y nos conocemos mucho”, según mencionó Camaño. Frente a esto resaltaron la importancia de la audiencia de selección de jurado para garantizar la imparcialidad en la deliberación y decisión final. En ese sentido, Andrés Harfuch recordó que en la audiencia voir dire:  “A partir de preguntas se hacen emerger los potenciales perjuicios en los jurados. Finalmente, siempre terminan seleccionando a los 12 más imparciales posibles, por lo que el sistema tiene sus correctivos para prevenir los efectos de sesgos y prejuicios en las decisiones. Estos mecanismos son inexistentes en los juicios con jueces profesionales”.

La actividad contó con la participación en el público de jueces, fiscales, defensores, profesores, estudiantes de derecho y periodistas.

INECIP