Profunda tristeza: murió Roberto Bergalli, las lágrimas caen, sin remedio.
Por Lylan Luque – Córdoba 04/05/2020
Pero después pienso: me imagino el cielo de los criminólogos, que tiene fronteras difusas y permeables con otros vecinos, el de los periodistas, los poetas, los músicos y otros adyacentes. Me lo imagino a Luis, esperándolo a Roberto con una copita de vino en mano y ya dispuesto a organizar el primer debate. Roberto insiste en que hay que abandonar la criminología, que ha sido un pensamiento legitimador de genocidios. Luis le dice que lo importante es que el pensamiento sea una herramienta para transformar la realidad. Viene Lola – toda guapa y chebere- y lo enfrenta a Roberto diciendo que al contrario, que lo que hay que hacer es disputar políticamente el concepto. Por atrás, despacito viene el Tute diciendo que el tema es la responsabilidad de las personas jurídicas, fíjense dónde hemos llegado con el mundo de las finanzas y sus tropelías. Don Elías, viene charlando con Rosa, ambos munidos con su respectiva copita, planeando una investigación sobre el narcotráfico (no, no eso de menudeo no!!!) y Rosa le dice a don Elías que hay que seguir el tema de la criminalización de las mujeres y la perspectiva de género. Se escuchan risas que se acercan, Massimo y Alessandro, que haciendo honor a su pura cepa italiana vienen riéndose de las pretensiones de los penalistas de arreglar el mundo con la ley penal.
Un lio la reunión, hay tantas ideas y discusiones que siguen siendo un hervidero, como siempre. Viene Daniela con unas empanadas Sanjuaninas y a pura sonrisa les dice que salgan del derecho, que no sean estrechos de miras. Brindan por el reencuentro y nos miran. No es fácil construir consensos, ni en el cielo.
Luis, que dice que hay que trabajar y divertirse, le abre la puerta a Deodoro y a Osvaldo, como para sumarlos al vinito. Deodoro dice que todo bien con la discusión, pero que habría que organizarse, hacer algo ante el estado de situación, ahí en el cielo. Don Osvaldo, venido del periodismo les propone que tomen por asalto el cielo de los genocidas, si ese detrás de cuya puerta se esconden no solo los genocidas, sino también los contra reformistas, los que manipulan las necesidades de los más vulnerables socialmente, los que invaden países con mentiras, los que compran y venden vidas, los teóricos que legitiman la eliminación….Todos se miran y luego de un gran brindis, derrumban las puertas del cielo de los genocidas.
A los maestros, a los que les debemos el estar acá.
Luis Marcó del Pont (1938 – 2005); Roberto Bergalli (1938-2020); Lola Aniyar de Castro
(1937-2015); David “Tute” Baigun (1926- 2015); Elias Neuman (1933-2011); Rosa del
Olmo (1937-2000); Alessandro Baratta (1933-2002); Massimo Pavarini (1947-2015); Maria
Daniela Puebla (1954-2015)