Una democracia de calidad requiere una justicia de calidad. El funcionamiento de la Corte Suprema, el máximo tribunal de nuestro sistema de justicia, depende en buena medida de su composición. Por ese motivo, a nivel nacional e internacional se han regulado estándares para regular la selección de sus integrantes: idoneidad, integridad, independencia, compromiso con los derechos humanos y diversidad. Las propuestas del Gobierno Nacional no satisfacen esas exigencias.
En las impugnaciones que presentamos ante el Ministerio de Justicia, explicamos los 7 motivos por los cuales el Gobierno debe retirar las candidaturas presentadas.
Sobre Ariel Lijo:
1. Si su único mérito para integrar la Corte es su trayectoria judicial, su candidatura es inaceptable, ya que es estadísticamente el juez más ineficaz de todo “Comodoro Py”.
2. También es el juez con mayores demoras en causa de corrupción de todo ese fuero.
3. Cuenta con denuncias penales y por mal desempeño en su contra que son impropias de un candidato a la Corte Suprema, quien debería estar libre de cualquier sospecha.
4. No cuenta con otros antecedentes profesionales o académicos que lo hagan merecedor de llegar a la Corte.
5. Se ha expresado públicamente en contra del modelo constitucional de juzgamiento penal.
Sobre Manuel García-Mansilla:
6. Sus posiciones sobre la jerarquía de los tratados internacionales de derechos humanos y sobre los derechos sexuales y reproductivos podrían afectar la responsabilidad internacional del Estado.
Sobre la potencial composición del tribunal:
7. En caso de que Lijo y García-Mansilla sean designados, la Corte Suprema carecería de la diversidad y pluralidad necesarias en una sociedad democrática.
Accedé a la impugnación presentada contra Lijo: acá.
Accedé a la impugnación presentada contra García-Mansilla: acá.