Ayer falleció, luego de una larga lucha contra el COVID 19, nuestro compañero y amigo el profesor Oscar Pandolfi. Cuesta pensar en su partida, no porque no entendamos estos tiempos inclementes, sino porque a Oscar siempre se lo percibía joven, de un espíritu arrolladoramente juvenil. Hace más de dos décadas que venimos trabajado juntos en muchos proyectos del INECIP, de cuyo Comité Consultivo formaba parte, y podemos dar fe de su entusiasmo inclaudicable.
Figura relevante en las novedosas reformas judiciales de la Patagonia, en especial en Neuquén, Rio Negro, y en la instauración del juicio por jurados en todo el país. Recordaremos de Oscar su afán polemista, su entusiasmo investigador y su conocimiento del derecho penal y procesal penal. Su presencia en tantos Congresos y Jornadas académicas fue una garantía de debate profundo y divertido; como pocas personas Oscar estaba siempre dispuesto a buscar nuevos caminos y horizontes cuando otros mucho más jóvenes se aferran de inmediato a ideas consagradas.
Era una persona inquieta, de las que nos hacen falta todos los días. Nos ha dejado libros, ensayos, ponencias y mucha docencia. Ha contribuido como pocos al desarrollo institucional de nuestro país y nos deja viva su pasión por conocer, por estudiar, por confrontar ideas. Su estilo recio de ejercer la abogacía y pelear por sus defendidos ha sido legendario, y supo provocar fallos relevantes de la Corte Suprema.
También recordaremos su ejercicio franco y cálido de la amistad y será extraño no encontrarse con él en los rumbos sureños. Por suerte la historia nos muestra que siempre alguien recoge los legados generosos, y desde el Instituto de Estudios Comparados en Ciencias Penales y Sociales (INECIP) nos preocuparemos de que su recuerdo sea resguardado en el compromiso compartido por mejorar las instituciones de la administración de justicia.
Alberto Binder
Presidente de INECIP
Alfredo Pérez Galimberti
Vicepresidente de INECIP
Alberto Binder y Andrés Harfuch junto a Oscar Pandolfi.