Esta tarde, luego de tres jornadas de debate y tras aproximadamente dos horas de deliberación, el primer jurado de la provincia de Buenos Aires arribó a un veredicto: “no culpable”.
De esta forma se dio por finalizada la tercera y última de las jornadas que insumió el histórico primer juicio por jurados bonaerense, llevado a cabo en San Martín.
El martes 10 por la mañana se llevó a cabo la audiencia de selección de jurados (voir dire) y por la tarde comenzaron las declaraciones de los testigos, que ocuparon también la jornada del miércoles.
Hoy por la mañana se escucharon los alegatos de las partes: la defensora oficial Verónica Jolliffe y la fiscal Ana Armetta, luego el juez Francisco Pont Vergés suministró al jurados las instrucciones finales.
Inmediatamente, los jurados pasaron a deliberar y, tras aproximadamente dos horas arribaron a un veredicto.
Luego, el juez reunió nuevamente en audiencia pública y el jurado fue recibido de pie por una sala repleta; los miembros del jurado tomaron asiento en sus lugares y su presidente dio lectura en voz alta a su veredicto: “Nosotros, el jurado, encontramos al acusado no culpable”.
Algunas reflexiones sobre la experiencia, comentadas por los presentes:
* Se hicieron presentes la totalidad de los 48 ciudadanos convocados el pasado martes para la audiencia de selección de jurados.
* Los 18 jurados (12 titulares y 6 suplentes) que finalmente integraron el jurado concurrieron con responsabilidad y sin problemas cada una de las tres jornadas insumidas por el debate; prestaron especial atención a la prueba y las instrucciones del juez y arribaron a una decisión de calidad.
* Finalizado el juicio, los miembros del jurado admitieron haber llegado con temores, dudas y desconfianza, pero aseguraron retirarse extremadamente satisfechos y conmovidos por la tarea desarrollada.
* El juez Pont Vergés llevó a cabo la conducción del debate formidablemente, respetando y haciendo respetar los estándares de litigio contradictorio ordenados por el sistema acusatorio con jurados de la Provincia e instruyendo con claridad a los jurados. Las litigantes Jolliffe y Armetta, a la vez, desarrollaron su tarea con profesionalismo. Los tres (así como el personal auxiliar que trabajó para hacer esto posible) afrontaron la noble aunque difícil tarea de ser los pioneros del nuevo sistema.
De este modo, Buenos Aires ha comenzado a transitar un nuevo y esperado camino, más democrático y republicano.