INECIP en los medios

La paridad del jurado en Neuquén contribuye a la deliberación

Un estudio realizado revela que esta composición evita análisis estereotipados de la prueba. El TSJ definió que a partir de 2022 los tribunales populares estarán integrados en un 50% por mujeres y la otra mitad podrán ser varones o personas no binarias.

22 Nov 2021

Por Laura Loncopan Berti para el diario Río Negro

Doce personas sorteadas aleatoriamente del padrón electoral deben tomar una resolución, en una deliberación secreta, que cambiará la vida de una comunidad. El veredicto solo admite dos respuestas: culpable o no. ¿Cómo es que desarrollan ese debate?, ¿Cuántas veces votan?, ¿Cómo influye en la decisión la paridad de género?

Los juicios por jurado se realizan en Neuquén desde 2014. Están reservados para casos criminales graves, en los que la pretensión de la fiscalía es pedir una pena mayor a 15 años. El Instituto de Estudios Comparados en Ciencias Penales y Sociales (Inecip) analizó 25 juicios en la provincia en el período que va desde el 6 de mayo de 2016 hasta el 31 de diciembre de 2019. Observó audiencias, charló con jueces, juezas, fiscales, equipos de defensa, y lo más importante: encuestó a quienes tomaron esas decisiones, y en algunos casos, logró que participaran de entrevistas grupales.

Una vez que el jurado pasa a deliberar, después de haber escuchado toda la prueba, tiene que definir si la persona imputada (puede haber más de una) es responsable. Para eso necesita una mayoría de ocho votos sobre doce. En estos tres años examinados hubo 5 veredictos de no culpabilidad y 26 de culpabilidad: 16 unánimes y 10 mayoritarios.

El informe de Inecip revela que en la mayoría de los casos las votaciones no se realizan apenas pasan a deliberar. Solo en siete de los 25 juicios se hicieron en los primeros diez minutos. En los 18 casos restantes fueron a la mitad y al final, una vez que discutieron sobre la evidencia.

“Es muy difícil tomar la decisión sobre la libertad de una persona, quizás de las más difíciles de las que tengan que tomar en sus vidas. Si todos están convencidos sienten que la decisión es la más justa posible, que si los doce estuvieron de acuerdo, por algo será. Hacen ese esfuerzo porque lo necesitan para la legitimidad propia del veredicto”, afirmó Aldana Romano, directora ejecutiva del Inecip y una de las autoras del estudio “El jurado neuquino”.

También descubrieron que las personas elegidas como presidentas y que comunican el resultado provienen de amplios sectores de la sociedad: desde agentes de viajes, bomberos, albañiles, jubilados, ingenieros. Y que no siempre coincide con quien organizó la deliberación, porque muchas veces ese coordinador o coordinadora que funcionó para el debate, no se anima o no quiere hablar en público.

En un 80% de los casos los y las juezas a cargo de las audiencias hubieran tomado el mismo veredicto que eligió el jurado para el cargo más grave.

Otro hallazgo del trabajo es la contribución que conlleva un jurado paritario, especialmente en los casos de violencia sexual, que permite identificar estereotipos de género. En una de las entrevistas que consiga el informe una de las juradas contó que mientras debatían se cuestionaba el tiempo que se tomó la víctima del caso para denunciar y ella recordó que una señora manifestó: “yo fui abusada de chica y las mismas costumbres que uno tiene en algunos lugares te llevan a veces a callarte”.

“El gran aporte de la paridad en el jurado es que inevitablemente esas trayectorias de vida de las mujeres o las representaciones que podemos poner en juego lamentablemente por haber sido víctimas de un montón de situaciones, o conocer, o tener de primera mano datos de eso, permite poner en consideración representaciones que sino no estarían presentes”, sostuvo Romano.

Además advirtieron que la paridad habilita una circulación mayoritaria de la palabra: “se mantiene muy pareja, no encontrás algún grupo que haya dicho que participó más por sobre otro”.

A partir de 2022 cambiará la composición del jurado en la provincia: en cada juicio habrá seis mujeres titulares y los seis restantes podrán ser varones o personas no binarias, según como salga aleatoriamente el sorteo. La decisión la tomó el TSJ a partir del reconocimiento registral de otras identidades sexogenéricas (ver aparte).

¿Cuáles son los dos aspectos que deberían cambiar del actual sistema? Para Inecip al menos dos: exigir unanimidad para los veredictos de culpabilidad y ampliar los casos que llegan a jurados para que alcance a otros delitos (ver aparte).

La incorporación de personas no binarias

*A partir de julio de este año los DNI en Argentina tienen la posibilidad de que en el campo «sexo» se incluya la opción «x», para aquellas personas que no se sientan comprendidas en el binomio masculino/femenino.

*El TSJ de Neuquén resolvió por acordada que los sorteos anuales para integrar los jurados de ahora en más se harán de un único listado de personas, sin distinción sexogenérica, siempre sobre la base del padrón electoral. En función del número que se necesita, de acuerdo a las previsiones de los juicios que se harán ese año, el 50% de quienes salgan seleccionadas deben ser mujeres. Esa es la regla. La otra mitad se integrará por varones y/o personas no binarias para evitar “posibles situaciones de discriminación”.

*En cada jurado se replicará el mismo esquema: habrá seis mujeres titulares y los otros seis pueden ser todos varones o ingresar una persona no binaria si salió sorteada.

Los dos puntos para reformar

*Inecip propone introducir cambios en el actual sistema de juzgamiento por jurado popular de la provincia de Neuquén.

*El primero es ampliar el número de casos. Hasta ahora el jurado está reservado para delitos cuyas penas sean mayores a los 15 años, es decir, solo los más graves.

*El segundo es que el veredicto de culpabilidad sea unánime. En la actualidad el jurado puede declarar responsable a una persona por una mayoría de ocho votos. Quienes impulsan la unanimidad consideran que favorece deliberaciones más robustas, orientadas a la prueba, reduce la posibilidad de errores y garantiza que las minorías sean escuchadas.

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